Pàgines

3.05.2010

Palabros cladistas I

Normalmente al hablar de nuestros temas de trabajo, adoptamos, sin apenas darnos cuenta, cierto vocabulario específico. Esto no tiene nada de malo, excepto cuando intentamos transmitir ideas al público, amigos, alumnos, y demás gente que no tiene por qué ser especialista en el tema.

Ayer mismo me di de bruces con este hecho. Sin darme cuenta, al hablar de Ornitodiros, Arcosaurios, y Avemetatarsalianos, se me coló la palabra "clado". Si, una palabra inocente como "clado", que ha llegado a formar parte del vocabulario diario de cualquier cladista, taxónomo, biólogo o paleontólogo, sin darnos apenas cuenta. Inocente o no, es una palabra "rara" a ojos y oídos del público. Y en este caso el amigo que me hizo la simple y llana pregunta "¿qué es un clado?" es físico de partículas. Así que no se trataba de alguien a quien la terminología científica le chocaba. Y ahi fue cuando me di cuenta de cuán específica es una palabra como "clado" o "taxón". Así que me dije "esto hay que remediarlo".

Así pues, vamos a lanzarnos a la piscina. Seguramente, seáis gente que trabaje en estos temas o no, habéis oído hablar de "clases", "familias", "géneros" y "especies". Pues bien, toda esta terminología empezó a ser introducida por el señor Carl Linnaeus (Linneo, de toda la vida).


Linneo es famoso por clasificar a los seres vivos en diferentes niveles jerárquicos. Estableció tres reinos (animal, vegetal y mineral) en el primer nivel. Subdividió los reinos en filos, los filos en clases, las clases en órdenes, los órdenes en familias, las familias en géneros y los géneros en especies. Asimismo, e influenciado por botánicos anteriores como Otto Brunfels, Linneo propuso  la nomenclatura binominal. Este sistema permite nombrar con precisión todas las especies de animales y vegetales (y llega a extender este sistema a los minerales) sirviéndose para ello de dos términos: el género (que se escribe con mayúscula inicial) y el epíteto específico (escrito con minúscula inicial), ambos en general de origen latino, aunque a veces se use el griego u otro. La especie se nombra con los dos términos citados, que deben ser escritos en cursiva o subrayados.

Hasta ahí todo normal, no? La clasificación fue cambiando conforme se conocían mejor los seres vivos, actuales y fósiles, y se fueron añadiendo reinos, filos... pero llegó un momento en que ¡ZAS! descubrimos que todas las especies no han sido siempre las mismas. Ello conlleva que muchas especies estén más emparentadas entre ellas que otras.

Entonces, seguramente adivinaréis que se pueden usar las caregorías jerárquicas superiores para expresar esta relación de parentesco, ¿no? Pues en principio si, pero ¿qué hacemos con los bichejos que "no acaban de ser una cosa ni otra? ¿Archaeopteryx es un ave o un reptil? Y lo más gordo del asunto: si las aves descienden de los dinosaurios, y los dinosaurios son reptiles... ¿Cómo es posible que tanto Aves como Reptilia sean considerados "Clases", cuando uno deriva de otro? ¿Por lógica evolutiva, no deberían las Aves ser consideradas Reptilia?

Y así es cómo se llega a la cladística actual, y a la progresiva desaparición de las familias en favor de los "clados". Me explico: Allá en el siglo XX, un señor llamado Will Hennig tuvo una idea brillante. Si dos animales emparentados tienen una serie de características en común, que no tiene ningún otro, esta característica debería poder servir para agruparlos. Y así nace la "Cladística", una rama de las ciencias biológicas que define las relaciones evolutivas entre los organismos basándose en similitudes derivadas: en las novedades que comparten, no en las similitudes por primitivismo. La representación del parentesco se establece mediante diagramas de "arbol" o "cladogramas" que agrupan a los organismos en función de su parentesco, y por lo tanto, de sus características derivadas. Para que os hagáis una idea, he aquí un cladograma:

Y ahora fijaros en una de las últimas ramas. Ahi estaría una especie, por ejemplo. ¿Véis que se une a otra en un nodo, una intersección? Imaginaros que a eso lo llamamos "familia", y vamos subiendo... ¡Y nos quedamos sin categorías! ¡Incluso aunque usáramos subfamilias, superfamilias, subgéneros y demás faunas del averno. Y siguiendo ese método, obtendríamos especies que formarían parte de, por ejemplo, un subórden, pero de ninguna familia. Si, lo habéis adivinado: la clasificación clásica se ha quedado obsoleta con la cladística. Dado el problema de denominación de cada "nodo" o intersección del árbol, ya que hay muchos, se usa el término "clado". Clado viene a significar "rama" precisamente. De manera que cada vez que en un cladograma vemos que varias ramas se agrupan, al grupo que forman, se le llama clado. Ya sea un grupo de dos o más. No obstante, la clasificación clásica se sigue utilizando para sistemática: "Saurischia" sigue siendo un órden, pero para un cladista, es un clado, un grupo natural compuesto por todos los descendientes de un ancestro común, que comparten una serie de características novedosas.

Y al respecto de los reptiles, las aves y todo ese "cacau", ya hablamos otro día!

4 comentarios:

Tatiana Alejandra de Castro Pérez dijo...

¡Qué bien que te explicas! ^^

Adrián Salvado dijo...

Me ha gustado mucho esta entrada.
¡Gracias!

Anónimo dijo...

Muy buena entrada, te la agradezco. Muy interesante el blog en general . Un saludo

Ygrámul dijo...

Gracias por la explicación! Creo que lo he entendido, pero tengo una duda: imaginemos que una de esas características novedosas que sirven para definir un clado hubiese evolucionado independientemente en dos "ramas" del árbol evolutivo (quiero decir, en dos ramas diferentes pero no muy alejadas). Eso nos podría llevar a error, ¿no?, y a agrupar dentro del mismo clado a especies que deberían estar en clados distintos... ¿o eso no pasa nunca porque es muy improbable?

Es más, otro caso problemático que se me ocurre: imaginemos tres grupos de especies (digamos que podrían ser tres familias, en nomenclatura clásica) a las que llamamos 1, 2 y 3. En ellas observamos tres caracteres distintivos, a los que llamaremos a, b y c, pero están distribuídos de manera tan cabrona que 1 presenta b y c, 2 presenta a y c y 3, a y b. ¿Cómo construímos el cladograma? ¿Buscamos una cuarta característica que desfaga el entuerto? ¿O esto es, de nuevo, una cosa rarísima que nos podemos imaginar pero que no pasa?

Cómo mola esto, no? ^_^