Alan Grant:
Sam Neill interpreta al Dr. Alan Grant, paleontólogo de vertebrados especialista en anidamiento de hadrosaurios y en dromaeosaurios, y uno de los protagonistas de la saga Jurassic Park. Es uno de los principales defensores de la endotermia de los dinosaurios y director de numerables campañas de excavación en la llamada Colina del Huevo en Montana, famosa por los nidos de dinosaurio, y donde también trabajó con Ellie Sattler. Su interés ha derivado en los últimos años hacia los dromaeosaurios, los comúnmente llamados raptores. También es buen ilustrador, y de hecho ilustra sus propios libros.
Tras un tiempo de excedencia, en el que impartió un ciclo de conferencias en París, se reincorporó al estudio de los raptores, y actualmente dirige la tesis doctoral a Billy Brennan. Fue consultado por InGen por sus conocimientos acerca del anidamiento en dinosaurios, y fue invitado a la isla Nublar para avalar el proyecto. Tras 8 años, estuvo también en la isla de Sorna. Fue uno de los defensores de la teoría de la visión adaptada al movimiento de Tyrannosaurus rex, aunque finalmente la idea fue rechazada.
Sam Neill interpreta al Dr. Alan Grant, paleontólogo de vertebrados especialista en anidamiento de hadrosaurios y en dromaeosaurios, y uno de los protagonistas de la saga Jurassic Park. Es uno de los principales defensores de la endotermia de los dinosaurios y director de numerables campañas de excavación en la llamada Colina del Huevo en Montana, famosa por los nidos de dinosaurio, y donde también trabajó con Ellie Sattler. Su interés ha derivado en los últimos años hacia los dromaeosaurios, los comúnmente llamados raptores. También es buen ilustrador, y de hecho ilustra sus propios libros.
Tras un tiempo de excedencia, en el que impartió un ciclo de conferencias en París, se reincorporó al estudio de los raptores, y actualmente dirige la tesis doctoral a Billy Brennan. Fue consultado por InGen por sus conocimientos acerca del anidamiento en dinosaurios, y fue invitado a la isla Nublar para avalar el proyecto. Tras 8 años, estuvo también en la isla de Sorna. Fue uno de los defensores de la teoría de la visión adaptada al movimiento de Tyrannosaurus rex, aunque finalmente la idea fue rechazada.
Entre los momentos estrella para el recuerdo, a destacar:
En la novela original de Jurassic Park, cuando conoce a Tim Murphy, Lex, la hermana de Tim, dice que su hermano tiene dinosaurios en los sesos. A Esto, Alan contesta “creo que tengo el mismo problema”.
En la isla de Nublar, tras quedarse con la boca abierta ante el Brachiosaurus, no puede hacer otra cosa que contrastar hipótesis a una velocidad increíble: “¡es una criatura de sangre caliente!” “¡era cierto, van en manadas!”.
En la Isla de Sorna, tras ponerse a identificar el Spinosaurus aegyptiacus, tras escapar de Deinonychus antirrhopus con 4 plumas de penacho y de flipar con su “lenguaje”, aun le quedan fuerzas (y ganas) para atreverse con el idioma raptor y se pone a soplar la caja de resonancia…
En fin, un ídolo.
13 comentarios:
al fiiiiiiiinnnnnnnn!!!!!!!!gracias pak.ya era hora.
...porque os habéis portado bien!
Felices fiestas! ;)
Ya tenía yo ganas de que le tocase al inigualable Alan Grant. Para mi Grant = Parque Jurásico. Sin él la saga no es la misma. Cuanto lo eché de menos en JP 2...
Vaya que si... la saga no es la misma sin él. Si realmente se cumple la profecida y deciden cerrarla con una 4ª película, espero ver reunido a mucho reparto... pero al Dr. Grant por encima de todos!!!
Saludos
Bueno, por fin has hablado del clasico inigualable. Yo no sabia que el pesonaje tuviese tanta profundidad, pero asi mejor.
Pues ya ves... era muy demandado!!!
Saludos y Feliz Año ;)
Alan Grant fue una de mis grandes inspiraciónes de pequeño al leer el libro y un par de años despues al ver la pelicula. Ahora tengo un sombrero parecido que llevo cuando me voy a las campañas de campo.
Del la versión en español de "parque jurásico" de Plaza Janes:
"(...)Alan Grant se agachó al máximo, con la nariz a unos centímetros del suelo. La
temperatura era de más de treinta y ocho grados. Las rodillas le dolían, a pesar de las
almohadillas que llevaba, hechas de alfombra gruesa. Los pulmones le ardían con el
áspero polvo alcalino. El sudor de la frente le caía al suelo en gotas. Pero a Grant le daba
lo mismo la incomodidad: toda su atención se concentraba en el cuadrado de tierra de
quince centímetros que tenía ante él.
Al trabajar pacientemente con un mondadientes y un cepillo de pelo de camello, de los
que usan los pintores, dejó al descubierto el diminuto fragmento, en forma de L, de una
quijada. Medía nada más que unos tres centímetros de largo y no era más grueso que el
meñique. Los dientes eran una hilera de puntas pequeñas, y tenía la característica torsión
en ángulo en el centro. Pedacitos de hueso se desprendían en escamas, mientras Grant
cavaba. Se detuvo un momento para pintar el hueso con pasta de caucho, antes de seguir
exponiéndolo al aire libre. No había la menor duda de que era la quijada de un bebé
dinosaurio carnívoro. Su dueño había muerto hacía setenta y nueve millones de años, a la
edad de alrededor de dos meses. Con algo de suerte, también podría hallar el resto del
esqueleto. De ser así, sería el primer esqueleto completo de un dinosaurio carnívoro
bebé...
—¡Eh, Alan!
Alan Grant miró hacia arriba, parpadeando de prisa bajo la luz del sol. Se bajó las gafas
ahumadas y se secó la frente con el brazo. (...)"
"(...)Los visitantes encontraban las tierras malas depresivamente sombrías pero, cuando
Grant contemplaba ese paisaje, veía algo por completo diferente: esa tierra árida era lo
que quedaba de otro mundo, muy diferente, que se había desvanecido ochenta millones
de años atrás. En los ojos de su mente, Grant se veía en el cálido y pantanoso brazo de
río que conformaba la línea de ribera de un gran mar interior. Ese mar interior tenía mil
novecientos kilómetros de ancho, y se extendía sin solución de continuidad desde las
recientemente elevadas Montañas Rocosas hasta las agudas y escabrosas cumbres de
los Apalaches: todo el Oeste norteamericano estaba bajo las aguas.
En ese entonces había nubes delgadas en el alto cielo, oscurecido por el humo de los
volcanes cercanos. La atmósfera era más densa, más rica en bióxido de carbono (...)"
Un apunte final del libro, para mostrar quien es el campeón del parque jurásico:
"(...)Ellie se sentó en la cama, sobresaltada: no era mujer dispuesta a dejarse llevar por un
pánico innecesario, y sabía que Grant ya había salido antes de situaciones peligrosas.
Una vez se había perdido en las tierras malas durante cuatro días, cuando un acantilado
cedió bajo él y su camión y se precipitó treinta metros dentro de un barranco. La pierna
derecha de Grant estaba rota. No tenía agua. Pero regresó caminando con una pierna
rota.
Por otro lado, los niños...
Meneó la cabeza, rechazando ese pensamiento: era probable que los chicos
estuviesen con Grant y, si Grant estaba en el parque... pues, ¿qué mejor persona para
guiarlos con seguridad por el Parque Jurásico que un experto en dinosaurios?(...)"
Asi es... muchos sucumbimos, y llevamos nuestro sombrero en las campañas...
Gracias por comentar!
Alan Grant.
un heroe verdadero, uno de mis personajes favoritos....por ahi tengo su figurilla de accion en el "rincon de los recuerdos tiernos de la infancia" y a veces por nostalgia lo pongo a "pelear" con algun incauto Tyrannosaurus que se atreva a retar a semejante leyenda...
tienes un blog bien chido!!!!!!!!
es el mejor, sin él jurassic park no es lo mismo
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